Para tener semejante "bestia" en su cochera los "no mortales" tendrán que pagar la suma de 223.000 euros, como minimo (poquito...) Bentley ha demostrado no solo saber hacer coches extremadamente señoriales sino también deportivos puros pero sin renunciar al confort extremo. La mano alemana (propietarios y dirigentes) se ha notado en Bentley que ha pasado de vender 1.000 unidades a 10.000 en menos de un lustro.
Los cambios exteriores en este Speed sobre el GT no son radicales, sino más bien sutiles. La parrilla es ahora más vertical y sus esquinas son algo más rectangulares. La rejilla interior dispone de un cromado oscuro y las entradas de aire aumentan su superficie, así como cambian su diseño. Detrás, el paragolpes llega más abajo y todo ello se remarca con unas llantas de aleación de 20 pulgadas. Tras la luneta se encuentra embutido en la carrocería un alerón de dimensiones contenidas, que se eleva al alcanzar los 150 km/h y se escamotea al bajar a 120.
En el interior Bentley ofrece múltiples posibilidades de personalización mediante opciones con precios nada recortados para que cada GT Speed sea diferente a los demás. La entrada en el habitáculo nos da paso a un universo de clase incomparable y sensación de buen gusto, calidad, lujo y señorío que es difícil de encontrar en otro coche de este mundo automóvil.
Añadir las cinco letras Speed al apellido GT se ha traducido en un trabajo muy profundo en la vertiente mecánica. El motor W12 de 6 litros salta de 560 a 610 CV y el par máximo alcanza los 76,5 mkg a sólo 1.750 rpm. El motor tiene un empuje brutal, baste con decir que pasar de 80 a 120 km/h (el típico adelantamiento) lo hace en tan solo tres segundos (una bestia!!!!).
La transmisión a las cuatro ruedas cuenta con un diferencial central Torsen con un reparto inicial del par al 50 por ciento entre ambos trenes, variándose esta proporción en función de la adherencia disponible en cada momento. El sistema de control de estabilidad ofrece un modo dinámico que permite un cierto resbalamiento de las ruedas y una más rápida aplicación del par tras la actuación del ESP, lo que provoca una mayor sensación de deportividad, al tiempo que genera en el conductor una superior percepción de control y habilidad propia.
Los cambios exteriores en este Speed sobre el GT no son radicales, sino más bien sutiles. La parrilla es ahora más vertical y sus esquinas son algo más rectangulares. La rejilla interior dispone de un cromado oscuro y las entradas de aire aumentan su superficie, así como cambian su diseño. Detrás, el paragolpes llega más abajo y todo ello se remarca con unas llantas de aleación de 20 pulgadas. Tras la luneta se encuentra embutido en la carrocería un alerón de dimensiones contenidas, que se eleva al alcanzar los 150 km/h y se escamotea al bajar a 120.
En el interior Bentley ofrece múltiples posibilidades de personalización mediante opciones con precios nada recortados para que cada GT Speed sea diferente a los demás. La entrada en el habitáculo nos da paso a un universo de clase incomparable y sensación de buen gusto, calidad, lujo y señorío que es difícil de encontrar en otro coche de este mundo automóvil.
Añadir las cinco letras Speed al apellido GT se ha traducido en un trabajo muy profundo en la vertiente mecánica. El motor W12 de 6 litros salta de 560 a 610 CV y el par máximo alcanza los 76,5 mkg a sólo 1.750 rpm. El motor tiene un empuje brutal, baste con decir que pasar de 80 a 120 km/h (el típico adelantamiento) lo hace en tan solo tres segundos (una bestia!!!!).
La transmisión a las cuatro ruedas cuenta con un diferencial central Torsen con un reparto inicial del par al 50 por ciento entre ambos trenes, variándose esta proporción en función de la adherencia disponible en cada momento. El sistema de control de estabilidad ofrece un modo dinámico que permite un cierto resbalamiento de las ruedas y una más rápida aplicación del par tras la actuación del ESP, lo que provoca una mayor sensación de deportividad, al tiempo que genera en el conductor una superior percepción de control y habilidad propia.
Al ya bien dimensionado equipo de frenos se une la opción de discos de carbono/silicio, de 420 mm de diámetro delante y 356 mm detrás (por sólo 14.700 euros... pero quien compre este coche no le importará mucho, ¿no?).
La conclusión es la siguiente: este coche está en los sueños mas profundos del que escribe, y salvo una lotería (y con mucho dinero de por medio), lo mas que puedo hacer es entrar en la pagina de Bentley (cosa muy recomendable para admirar las posibilidades de configuración del coche) y soñar... lo único que se puede hacer... soñar...
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