lunes, 24 de marzo de 2008

MINI COOPER D





El Mini se compone de las variantes One, Cooper, Cooper D y Cooper S (según motores) y de la versón alargada denominada Clubman (proximamente habrá una versión Cabrio).
Los precios de las versiones de gasolina (95, 120 ó 174 CV) están comprendidos entre 16.002 euros y 26.573 euros. La versión con motor Diesel (109 CV) cuesta 19.569 euros.
El Cooper D, que hoy nos ocupa, es un coche donde las cualidades dinámicas (estabilidad y agilidad) son su fuerte, aparte de un motor (1,6 litros y 109 CV) con potencia suficiente para mover con mucha soltura el Mini, aunque resulta bastante ruidoso.
Con un consumo bueno el Cooper D lleva desde agosto de 2007 una serie de medidas para reducir el consumo y las emisiones de dióxido de carbono (el sistema "star & stop", un alternador que no resta energía al motor en las fases de aceleración y un indicador que aconseja cuándo cambiar de marcha).
Al margen de que resulte atractivo o no por su imagen, lo mejor no es su carrocería, sino sus cualidades dinámicas. Los cambios en la suspensión en esta segunda generación del Mini lo han hecho más estable y más cómodo. Es muy indicado para quien disfrute conduciendo un coche preciso, extraordinariamente estable y que deje sentir el contacto con la carretera a través del volante o de la suspensión, aunque estas cualidades dinamicas penalizan, como es evidente, el confort (aunque no tanto como en la anterior generación).
Aunque el equipamiento de serie es más bien escaso, con las opciones disponibles un Mini puede tener un equipamiento muy abundante. El control de estabilidad es una opción recomendable sin reservas. Las luces de serie no iluminan demasiado bien, por lo que es aconsejable montar la opción de los faros de xenón.
La faceta práctica del Mini cambia poco con respecto al modelo anterior. En las plazas delanteras dos ocupantes sí caben bien y, además, el Mini da sensación de amplitud. Por contrapartida el espacio para los ocupantes de las plazas traseras es escaso y con un acceso incómodo, ademas de tener muy poco maletero.
El interior del Mini o gusta mucho o no gusta nada, mas o menos como el coche en sí, y tiene elementos que estéticamente quedan muy bonitos (como el velocímetro en el centro del salpicadero) pero muy poco prácticos y que exigen al conductor "acostumbrarse" a ellos.


El lineas generales es un buen coche (como todo BMW), con buenos acabados y una estética "distinta". Eso sí, más orientado a ser un "capricho" o un "segundo coche"...

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