
Su velocidad máxima es de 386 km/h. Sólo tiene un asiento, y no está homologado ni para circular por la calle ni para competición. Sólo 30 unidades han sido fabricadas. La colaboración de Bridgestone y Brembo ( ruedas y frenos tienen que aguantar un empuje y frenado bárbaros) a sido fundamental para crear esta bestia. Su precio variaba entre 1.500.000 y 1.800.000 euros según el color del vehículo y dependiendo de cuántos Ferrari poseía su futuro comprador. Una condición insalvable que Ferrari impuso a sus futuros propietarios era de haber adquirido anteriormente un Ferrari Enzo directamente a la marca, descartando así los que fueron adquiridos en el mercado de segunda mano.
Vamos un cochecito de andar por casa … no es un coche para "mortales" ...
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