viernes, 30 de noviembre de 2007

PRUEBA : LEXUS LS 460 (Parte 1)




Lexus hasta hace unos años era una marca poco conocida en España, pero ahora se ha colocado como un competidor, muy serio, de las marcas Premium de toda la vida (BMW, Mercedes, Audi…), y buena representación de ello es el LS 460.
El Lexus LS 460 destaca por su motor de inyección doble, directa e indirecta, y una distribución variable que combina el habitual procedimiento hidráulico con otro eléctrico y un cambio automático de 8 velocidades. El Lexus posee una dirección eléctrica de desmultiplicación que se implica en las decisiones del control de estabilidad, frenos electrohidráulicos, control de velocidad activo y un doble sistema de precolisión que barre la zona delantera y la trasera (en este caso ajustando cinturones y reposacabezas...). Lleva , además, un detector de cambio de carril que no sólo avisa acústicamente si pisamos las líneas blancas, sino que en caso de ignorar el aviso, actúa automáticamente sobre la dirección con ligeras correcciones.
Lo cierto es que es un coche con un sorprendente confort , con un habitáculo gigante (el coche mide mas de 5 metros), en el que 4 ocupantes (aunque homologado para 5) viajan como en el salón de su propia casa. Todos los asientos son cómodos, grandes y multirregulables (en el acabado President con calefacción). En el acabado President se puede disfrutar de pantalla de DVD, control (desde las plazas traseras) directo sobre el equipo de sonido y climatización, cortinillas laterales y trasera, nevera…
El coche esta mas configurado para los ocupantes de las plazas traseras, pero el conductor (o chofer jeje …) se encuentra en un puesto de conducción cómodo, lleno de lujo, tecnología y una calidad que no desmerece del resto de los pasajeros. Dentro de este lujo y tecnología, el salpicadero puede resultar muy normalito, con un diseño poco original y muy visto.
Con la llave electrónica, las puertas del LS se desbloquean al tirar de las manillas. El volante se desplaza para facilitar el acceso y la puesta en marcha sólo precisa de la pulsación de un botón. El freno de estacionamiento también va con botón y aun más sencillo es ordenar al sistema de navegación, el equipo de música, la climatización o el teléfono… que hagan lo que queremos, siempre y cuando hablamos inglés, francés o alemán.

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